Domingo 12/03/2017
Por Vicente Bloise
Desde hace unos meses tenía
la curiosidad de ver sobré qué trataría la nueva teleserie nocturna de época
producida por Mega “Perdona
Nuestros Pecados”. En varios portales web había leído que sería
un thriller (género de miedo) de inmediato pensé en una telenovela donde
abunden los asesinatos. El pasado lunes de 6 marzo de este año fue imposible
ver el primer capítulo, debido a que la señal en internet del canal no está
disponible para los usuarios que vivimos en el extranjero. Es lamentable no
poder ver la transmisión en vivo, sobre todo cuando estrenan un programa para
comentarlo rápidamente en redes sociales como Twitter.
Al día siguiente revisé el canal oficial de Mega en Youtube. ¡Por fin tuve
el agrado de ver el inicio de una historia muy esperada por el público chileno,
después del gran éxito obtenido con la teleserie familiar “Sres. Papis” en el
mismo horario! Para mi resultó emocionante, tanto que
no podía despegar los ojos de la pantalla del computador desde los primeros
segundos. No es común que una telenovela comience con un reclamo de un
sacerdote ensangrentado (Mario Hortón) hacia Dios en plena iglesia. ¿Se
cuestiona el poder de un ser supremo en una ficción?
¿Qué tan respetada es la figura del
sacerdote en la actualidad?, Se sabe que por lo general brinda
confianza a sus seguidores por fidelidad, serenidad y fe ante el Señor.
En la telenovela “Perdona Nuestros Pecados”
¿Qué inspira el padre Reinaldo (Hortón) en la dulce e inocente estudiante María
Elsa (Mariana Di Girólamo)? Sus miradas en la misa de la iglesia no eran
precisamente muy santas. Entre ambos hubo cierta complicidad, un deseo oculto,
quizás prohibido para una época donde una relación amorosa entre el servidor de
Dios y una joven sería un gran pecado.
En los años cincuenta parecía que la gente vivía bajo una falsa moral,
ya que en las reuniones sociales todo estaba basado en el respeto, las buenas
costumbres y la bondad. Al cerrar la puerta del hogar la situación cambia. Como
ejemplo en esta teleserie existen dos matrimonios en apariencia
felices ante los ojos de la sociedad, pero con un problema que los involucra:
la infidelidad de Armando (Álvaro Rudolphy) con la
esposa alegre de tanto beber vino (Paola Volpato) de su mejor amigo Lamberto
(Andrés Velasco). Una de las curiosidades del primer capítulo fue que Estela
(Patricia Rivadeneira), esposa de Armando, ya sospecha que su correcto marido
es infiel. ¡Qué rápido se dio cuenta!
Amar a mediados en la
década de los años
cincuenta parecía un pecado, porque no se
podía hacer libremente. Las hijas de los hombres adinerados debían casarse con
hombres de la misma clase social que mantuvieran el estatus económico de sus
familias. Era una vergüenza que una mujer sostuviera relaciones amorosas con un
hombre humilde, tal como le sucede a María Elsa, al confesarle a su padre que
ama a Camilo, un trabajador de Almacenes Quiroga.
¿Hacia dónde va “Perdona
Nuestros Pecados”? Realmente tendré que descubrirlo en cada
capítulo vía porque no es una teleserie común, aunque los elementos propios
del melodrama clásico estén presentes: amores prohibidos, lucha entre pobres y
ricos, envidias, mentiras y secretos que prometen revelarse en el transcurso de
la historia para causar impacto en espectadores como yo. ¡Y lo logró!
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