Por Víctor Herrera
Charlie Kaufman tiene la capacidad de perturbar, conmover y hasta generar una leve y extraña comicidad al mismo tiempo. El guionista de las memorables Being John Malkovich (1999), Adaptation (2002) y Eternal Sunshine of the Spotless Mind (por la que ganó el Oscar al mejor guion original en 2005) hizo su debut como director con Synecdoche New York en 2008 (reconozco con mucha vergüenza que no he visto esta última, lo haré pronto). Ahora con Anomalisa (2015), su segunda película como director (esta vez junto a Duke Johnson), sigue fiel a su estilo con un detalle: es su primera incursión en la animación.
La animación es un terreno fértil que, lamentablemente, está encasillada en el cine infantil o familiar, con muy pocas excepciones. No me malentiendan, el cine animado infantil es necesario y yo mismo me deleito con él, pero luego de ver algo como Anomalisa (o como Vals con Bashir) queda la certeza de que el formato sirve para contar muchas otras cosas y que no está siendo aprovechado.
A Kaufman no le importa ese encasillamiento y hace exactamente la película que quiere: una donde la animación (stop motion) no tiene un rol lúdico y luminoso, sino que está al servicio de una historia que la requiere. Porque Anomalisa es la historia de un personaje enajenado: Michael Stone (David Thewlis), un autor de libros motivacionales, cuyo matrimonio está en crisis y que no logra conectarse con el resto de las personas. Así, la animación está en función de representar un mundo del cual Michael está desencantado. Una realidad de características oníricas, difusas, donde las personas están cosificadas, frágiles y distantes.
En uno de sus viajes de trabajo, antes de dar una conferencia, Michael se hospeda en un hotel y conoce a Lisa (Jennifer Jason Leigh), una admiradora suya, con quien se involucra sentimentalmente. Contar un poco más es revelar la película completa, porque quizá el gran problema de Anomalisa es su excesiva simplicidad narrativa. Si bien la complejidad (¿o ambigüedad?) del subtexto y el ingenio audiovisual quedan intactos, la linealidad del relato contrasta mucho con anteriores guiones de Kaufman, dados a la sorpresa, lo imprevisible y hasta lo intrincado. En el caso de esta película, la sorpresa se limita, entre otras cosas, al uso de un recurso sonoro (de voces, para ser preciso), muy bien utilizado en momentos claves a lo largo de la cinta, que funciona como perfecta representación de la percepción que Michael tiene de los y las demás. Especialmente de las demás.
De manera que Anomalisa es una cinta introspectiva, tan deliberadamente adulta que se percibe más autoconsciente de lo conveniente y tan ensimismada como su protagonista. Su valor está en sus lecturas posibles y en las preguntas que deja rondando, más que en su disfrute.
Lo mejor: Su capacidad para dejar pensando, dudando, cuestionando.
Lo peor: Queda la sensación de que pudo contarse en un cortometraje.
Calificación:
7/10
Título Original: Anomalisa
Estados Unidos, 2015
Dirección: Charlie Kaufman, Duke Johnson
Guion: Charlie Kaufman
Elenco: David Thewlis, Jennifer Jason Leigh, Tom Noonan
Música: Carter Burwell
Duración: 90 minutos
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